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Alessandra Aguilar ha dado positivo por dopaje. Un control que le efectuaron el 8 de diciembre en el Cross de Cantimpalos, prueba que ganó, detectó la presencia en su orina de heptaminol, un estimulante cuyo uso está prohibido en días de competición. La atleta lucense acepta el resultado de la muestra y explica que todo se debe a un error de su médico. En principio, su sanción durará entre tres y seis meses, a contar desde el día del control. Aguilar estaría en condiciones de disputar el maratón de los Juegos de Londres, para los que tiene marca mínima. Aunque la complicada política deportiva del país alimenta las dudas.
"El País" ha revelado el positivo de Alessandra Aguilar. La lucense ha explicado su versión de los hechos. Asegura que su médico particular le recetó Denubil. Este medicamento contiene 0,18 gramos de heptaminol, un estimulante específico que utilizan los deportistas para combatir los periodos de debilidad física y anínima propios de la astenia. El uso del heptaminol está permitido en época de entrenamientos. No en jornadas de competición. Aguilar lo consumió el jueves 8 de diciembre, cuando corrió en Cantimpalos. Su médico, al parecer, no se había percatado de que el heptaminol formaba parte de la composición del Denubil que le había recetado a su paciente. "Yo confié en él y no leí el prospecto", asegura Alessandra Aguilar, de 33 años.
La lucense ha colgado un comunicado en su página web en el que insiste en que ingirió la sustancia prohibida de forma inconsciente, aunque se muestra dispuesta a asumir las consecuencias legales. "He cometido un error de novata al no leer el prospecto. Confiaba plenamente en mi médico y en que estaría al día. Está claro que me equivoqué y debo pagar por mi error y el suyo. Quiero dejar claro que nunca he tenido intención de doparme y no la tengo. Todos mis éxitos son fruto de años de trabajo y lo seguirán siendo", escribe.
Aguilar prosigue: "Sigo manteniendo mi postura crítica ante el dopaje y seguiré luchando por un deporte limpio. Creo que no es lo mismo un positivo por EPO, anabolizantes, hormonas, etc, que un positivo por un medicamento como el mío. Soy consciente de mi error y asumo mi parte de culpa y la sanción que me impongan".
La noticia ha hecho hervir los foros del dividido mundo del atletismo. Alimenta las revanchas entre bandos. Aguilar se mostró muy crítica con el dopaje a raíz de la implicación de Marta Domínguez y del entrenador Manuel Pascua en la Operación Galgo. Domínguez fue finalmente exonerada de cualquier cargo, aunque la jueza indicaba en uno de sus autos: "Lo que se pone de manifiesto son las sospechas de que Marta Domínguez fuese consumidora de sustancias prohibidas en el deporte, lo que daría lugar a una sanción en dicho ámbito pero nunca a una imputación penal".
La Operación Galgo ahondó en el divorcio entre "familias" atléticas, especialmente entre los que conviven en la Residencia Blume. Aguilar se alinea con el grupo de su entrenador, Antonio Serrano, al que pertenecen Chema Martínez o Pablo Villalobos, entre otros, opuesto al de Pascua. Desde la trinchera contraria le pasan factura a la gallega.
Ahora se inicia el proceso sancionador de Aguilar, que echa cálculos. "Espero que todo se resuelva pronto para saber mi sanción y poder preparar los Juegos Olímpicos con ilusión y alegría", indica. Legalmente podría si computan desde el 8 de diciembre, incluso aunque le impongan seis meses. Ya tiene la mínima en el bolsillo y a su favor la experiencia de haber disputado el maratón de Londres. Sus problemas podrían llegar si hay más españolas con mínima que plazas de cupo, ya que quedaría en manos de la Federación Española en un momento de especial cuidado político con los temas de dopaje. La también gallega Vanesa Veiga tiene el billete asegurado gracias al título nacional.

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