jueves, 13 de octubre de 2011

Entrenamiento Funcional

Fuente : www.soymaratonista.com

La búsqueda de la mejora del rendimiento deportivo ha conducido a profesionales de la salud, entrenadores y deportistas desde los libros al campo de entrenamiento, trayendo al entrenamiento funcional a los deportistas. Cada vez es más frecuente ver a personas entrenando con vallas, paracaídas, aros –entre otros implementos- para mejorar su desempeño y prevenir lesiones. Entérate cuando, como empezar y si estás apto para esta útil herramienta de entrenamiento.
Pero, ¿Qué se entiende por entrenamiento funcional?
El entrenamiento funcional se basa en el abordaje de cada una de las destrezas que se requieren en los deportes. Acciones como acelerar la carrera, desacelerar y detenerse, saltar, moverse hacia los lados son en general, habilidades aplicables a muchos deportes, en consecuencia el entrenamiento funcional analiza las demandas del deporte, busca las habilidades comunes y las refuerza. Para ello se basa en conceptos teóricos sobre desarrollo o mejora de la velocidad, fuerza y potencia con el objetivo de maximizar el desempeño deportivo y prevenir lesiones asociadas.
Por mucho tiempo ha sido mal interpretado por muchos atletas y entrenadores como un “entrenamiento deportivo específico” que contiene ciertos patrones de movimiento particulares de cada deporte. Contrariamente, el entrenamiento funcional se plantea desde un enfoque general, aquí la decisión de la batería de ejercicios radica en las habilidades que requiere del deporte, no en los movimientos que contiene.
Características del Entrenamiento Funcional:
El uso de espacios abiertos como superficies de entrenamiento, la incorporación de vallas, bancos, aros, aditamentos de lastre como paracaídas y entrenadores a distancia son algunos de los implementos que lo caracterizan. Sin embargo, más allá de los equipos disponibles, para el entrenamiento funcional existen máximas a tomar en consideración:
El entrenamiento considera el patrón postural predominante en el deporte: pocos deportes se practican sentado, por lo que el esquema de ejercicios suele desarrollarse de pie.
En la selección de ejercicios prevalece el criterio de la estimulación del balance y control postural como herramienta para enseñar al deportista a manejar su cuerpo en todos los planos de movimiento del espacio: actualmente la máxima expresión de fuerza es la capacidad de ejecución correcta y precisa de movimientos en condiciones de inestabilidad.
Los ejercicios deben garantizar y desafiar el control postural, pero nunca amenazar la técnica de ejecución: los ejercicios más complejos no son los mejores.
Debido a que en los deportes no se mueven articulaciones aisladas, la batería de ejercicios se centra en acciones donde participen múltiples articulaciones.
El entrenamiento funcional aborda movimientos, no músculos, por lo tanto su objetivo no enfatiza en la sobrecarga de fuerza para un músculo en particular sino el balance entre la habilidad para la ejecución de los movimientos en el espacio (acelerar-desacelerar, moverse-detenerse, saltar-caer, moverse hacia un lado-moverse hacia el centro).
¿Qué condiciones físicas debo tener para hacer Entrenamiento Funcional?
Las condiciones físicas mínimas para hacerlo: óptima flexibilidad, buen control postural, estabilidad abdominal y escapular, óptima fuerza muscular y ausencia de lesiones deportivas actuales. Es prudente hacer dicha evaluación con un especialista.
Un deportista con pobre flexibilidad, estabilidad, debilidad muscular, alteraciones de postura e historia reciente de lesiones deportivas debe subsanarlas antes de hacer este tipo de actividades debido a que su asimetría muscular y postural lo predispone.
¿Cuáles serían sus beneficios?
Dos grandes objetivos pueden ser alcanzados a través del entrenamiento funcional, imposibles de imitar con máquinas de gimnasio: la mejora de las habilidades que requiere el deporte y el manejo del cuerpo en el espacio, estos dos aspectos impactan positivamente en la técnica de los patrones de movimiento que requiere el deporte y en la disminución de las lesiones deportivas. Podemos poner un ejemplo claro en la carrera, en la fase de apoyo doble, donde se observa el largo del paso o de la zancada: muchos corredores han sido instruidos sobre como aumentar la longitud de la zancada, a rasgos generales pueden hasta conocer de memoria que deben impulsarse con la fuerza del pie de atrás, acelerar la flexión de la cadera e impactar con el piso pero si no se entrena la habilidad pasa saltar ni la aceleración y desaceleración del muslo, a pesar de que esta persona tenga fuerza en tronco y miembros inferiores no logrará aumentar considerablemente el tamaño de su zancada, por lo que cubrirá menos distancia y correrá más lento. En resumen, el entrenamiento funcional es la situación más cercana a la ejecución de las habilidades de cada deporte.
¿El entrenamiento funcional es aconsejable para algún tipo de deporte específico o para todos?
Para todos. Si queremos disfrutar de la actividad deportiva no solo debemos aprender la técnica, se requiere dominar a nuestro cuerpo en el espacio.
Una de las controversias del entrenamiento funcional es que desde su definición, entrena movimientos, no músculos. Sin embargo, existen músculos importantes para el desarrollo de este programa, precisamente los músculos que proveen estabilidad -abdominales profundos (transverso del abdomen y oblicuos internos) el glúteo medio y los estabilizadores de la escápula (serrato mayor, subescapular)-, aspecto vital en el entrenamiento del control postural que denota la característica de funcional.

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