Desde hace años, los deportistas de élite europeos ocupan estas instalaciones de ocio y terapia, especialmente en los meses de invierno; con unos antecedentes históricos que se remontan a la civilización romana.
España contiene numerosas caldas, baños o balnearios situados muy lejos del mundanal ruido y muy cerca de los centros de entrenamiento, ya sean en altura o no. Ello ha propiciado que el atleta que allí llega se beneficie tanto del reposo como de los múltiples métodos recuperadores que albergan, contando siempre con los atinados consejos de sus servicios médicos. Vamos a repasar las bondades que el corredor de fondo puede encontrar en estos atractivos, y cada vez más visitados, centros.
Lo primero que vamos a encontrar en un balneario son aguas con unas características especiales. Así, por ejemplo, encontraremos aguas ricas en carbonatos que mejorarán la función de nuestros riñónes, o aguas hipermineralizadas estimulantes y revulsivas de cara a efectuar entrenamientos fuertes.
Conviene matizar que la toma de agua con frecuencia y en buena cantidad es crucial para cualquier persona y más para el corredor. El mundo de las prisas y las comidas rápidas hace que bebamos poca agua. Estos centros de reposo suponen un lugar ideal para iniciar el saludable hábito de beber un par de litros al día.
De la simple observación de un hecho cotidiano podemos hacernos una idea de lo que el baño caliente y relajante de las termas representa para un organismo cansado o estresado: Echad dos o tres puñados de sal marina al agua de la bañera y, sin prisas, daos un baño casero de media o una hora.
Lo que experimentamos en las caldas es una regeneración neurovegetativa que te abre las ganas de comer y de, nuevamente, entrenar al día siguiente. Si a esta placentera sensación unimos las propiedades curativas específicas de cada tipo de agua, no dudaremos en pensar que estamos «recargando baterías» para futuros compromisos deportivos.
Un artilugio tan simple como la manguera a presión (1,5-2 atmósferas), aplicada sabiamente sobre espalda y extremidades (a veces siguiendo líneas concretas de la superficie corporal como hace la «ducha escocesa») ayuda a combatir las temidas contracturas musculares de ambos lados de la columna y estimula las funciones fisiológicas de termorregulación, como si de un masaje relajante se tratara. El chorro es disparado desde unos cinco metros por especialistas fisioterápicos.
Otro tipo de baño por chorros se da en bañeras con distintas salidas a presión (jacuzzi, etc.), cada vez más populares en hoteles y casas.
El «peloide» o barro es un producto terapéutico natural que surge de unir un residuo sólido (mineral o vegetal) con el agua propia del balneario (agua mineralo-medicinal), del mar o de los lagos de agua salada.
Aplicado por la superficie corporal, pincelado o como cataplasma, proporciona al cuerpo un calor local extraordinario, bien tolerado y que puede recuperar en tiempo récord cualquier hinchazón o distorsión articular. También es muy utilizado para disolver contracturas musculares rebeldes.
Al igual que ocurre con las aguas, los barros tienen diversas propiedades curativas e higiénicas para el deportista. Así, hay barros estimulantes, sedativos, resolutivos o reconstituyentes; según posean mayor cantidad de cloruros, calcio, hierro o yodo marino. Su acción terapéutica es indudable, produciendo una gran vasodilatación con importante componente anti-hinchazón y gran relax muscular.
Muy indicados en cualquier afección del aparato locomotor, especialmente en rodillas, columna y caderas, tienen la ventaja de permitir aguantar gran cantidad de calor local sin afectar al resto del cuerpo.
La aplicación que se hace de ellos en estos centros de reposo es absolutamente limpia y, por fortuna, alejada de lo que vemos en alguna playa mediterránea. España cuenta con magníficos «barros» en lugares como Archena, Arnedillo, Panticosa, Caldas de Bohí y El Raposo. En el resto de Europa destaca el balneario de Baden-Baden (Alemania), y muy cerca de nosotros, en el País Vasco-Francés y próximo a San Juan de Luz, está Dax.
Utilizan el vapor de agua para mejorar la respiración y favorecer la sudoración eliminando las toxinas de alimentos, estrés y esfuerzo deportivo. La relajación y el sudor son una constante, por ello conviene conocer antes tu tensión arterial.
Es el baño más popular en países como Turquía y de ahí le viene el nombre de «baño turco».
El masaje se aplica después del baño, en la misma instalación. El músculo queda sumamente relajado y el organismo también. Como he indicado aquí, en alguna ocasión, conviene que sean manos muy expertas en recuperación deportiva las que lo apliquen.
Al referirnos al baño de sauna debemos tener en cuenta que su objetivo es el esfuerzo cardiocirculatorio, sin embargo aquí me centraré en su capacidad para eliminar el cansancio y conseguir la regeneración después de los esfuerzos deportivos.
Rodeada de una «mitología deportiva» curiosa, se ha llegado a decir que la sauna es mala para el atleta porque baja el tono muscular de forma alarmante. Nada más lejos de la realidad, pues la sauna no actúa sobre la irrigación sanguínea muscular sino sobre la cutánea. Esta es su finalidad, la transpiración (dejando al músculo en paz). Y lo consigue con temperaturas muy altas (90 grados) y valores de humedad relativa muy bajos (20%). En las fases de regeneración o en los días de descanso posteriores a esfuerzos muy duros como el maratón, la sauna consigue mejorar la flexibilidad por reducción de la tensión del hipertono muscular (propia del sobreesfuerzo), sin incidir en su tono habitual de reposo.
La eliminación de toxinas es común con los baños de vapor.
El contraste frío-calor que conlleva una sauna correctamente realizada es un estupendo revulsivo para el organismo fatigado, aunque en los países nórdicos se utiliza cotidianamente y de forma preventiva.
Un corredor que no alterne las competiciones y entrenamientos con épocas regenerativas y de descanso estará acortando su vida deportiva. Para mejorar en los logros físicos hay que combinar adecuadamente el entreno y el reposo.
La tranquilidad que transmite cualquiera de estos lugares mencionados es algo difícil de entender si no has estado allí.
Los balnearios concebidos desde sus inicios como «casas de reposo y hospitales en la naturaleza», dejan paso a una utilización más «joven y moderna», centrada en satisfacer las demandas anti-estrés del hombre urbano. Este hecho hace que las direcciones de estos centros programen muy frecuentemente «fines de semana anti-estrés» que engloban toda la serie de cuidados que os menciono.
Del mundo del deporte, los equipos ciclistas, los maratonianos y los tenistas están siendo sus principales clientes. Y, curiosamente, son los deportistas españoles más valorados fuera de nuestras fronteras.
En la "Cidade das Burgas" tenemos el privilegio de contar con varias instalaciones de este tipo para nuestro disfrute y que actúa como medio "ergogénico" en el deporte.
Ayer buen entreno con buenas sensaciones en compañia de las Chicas del Burgas Atletismo; al final salieron 14 Km en 70 minutos con algunos cambios de ritmo," Un fartlek" según los Escandinavos.
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