En un partido fuera de fecha FIFA que sirvió para ajustar ciertos detalles tácticos, las selecciones de Venezuela y Costa Rica, sellaron un empate a 1 gol en el estadio Pueblo Nuevo, conocido como el "Templo Sagrado" del fútbol Vinotinto, estado occidental venezolano de Táchira. Sin la presencia de los jugadores del extranjero, el seleccionador de Venezuela, César Farías utilizó un equipo de inédito. Una gama de jóvenes de la Sub 20 que se prepara para el próximo mundial, se alternaron con varios futbolistas de experiencia, que tenían tiempo sin una convocatoria. La misma base de quienes se enfrentaron a los ticos, viajará el próximo 17 de mayo a la capital de Ecuador, Quito. Con la idea de preparar el último modulo de trabajo, pensando en el siguiente partido de las eliminatorias ante Bolivia, el 6 de junio en La Paz. Por su parte, Costa Rica viajó a tierras sudamericanas con 13 debutantes en la oncena nacional. Al no ser fecha FIFA y que la liga costarricense este en su etapa final, repercutió en ver un conjunto renovado. La primera parte fue muy pareja. Ambos países manejaron la pelota por igual. Aunque el grueso del peligro lo llevó la visita, Venezuela inauguró el marcador. Un córner cobrado por Ángelo Peña, generó un cabezazo de Pedro Boada y un remate de José Rondón, que a la postre dio rebote para que apareciera el juvenil José Manuel Velásquez, quien sin pensarlo la envió al fondo de la red en el minuto 24. Costa Rica ya había mandado varios avisos. Sin embargo, la paridad fue gracias a una pelota quieta. Luego de una falta a unos 25 metros del área, Warren Granado cobró con elegancia el tiro libre (28 min.) y venció al meta Rafael Romo. Entretanto, la etapa complementaria estuvo algo accidentada y sin mucho orden. El portero Leonardo Morales, a los pocos minutos de sustituir a Romo, salió lesionado con una leve fisura en su brazo izquierdo y los venezolanos debieron utilizar a su defensa central Boada, como arquero. Poco después el volante Giacomo Di Giorgi abandonó con una cortadura profunda al ser golpeado en la cabeza y en su lugar entró Rubén Arocha. Fueron pocas las intervenciones de Boada bajo los tres palos. Pero suficientes para mostrar cualidades de un meta sólido. A la postre fue el jugador más aplaudido por la fanaticada que se dio cita.
El Jueves 55 minutos en progresión con 3 Km en medio a ritmo (4:37-4:23-4:13), y lo mejor las sensaciones, full cómodo
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